La Real, Ilustre y Franciscana Hermandad y Cofradía de Nazarenos del Santísimo Cristo de la Redención en su Sagrado Descendimiento y María Santísima del Consuelo, popularmente conocida por Cofradía del Silencio, a las nueve de la noche inició su Estación de Penitencia, con salida desde su sede canónica de la Iglesia de San Francisco de Asís. Previamente los nazarenos y el conjunto del cortejo procesional juró votos de silencio para procesionar por las calles de la ciudad.
Las puertas del templo parroquial y la totalidad de la Rambla de Alfareros se llenó de público y devotos cofrades, ansiosos por ver un año más y acompañar a las imágenes titulares del Descendimiento, obra sublime del insigne escultor Eduardo Espinosa Cuadros y realizado todo el impresionante conjunto del grupo escultórico en el año 1948. uno de los pasos más voluminosos del total de la provincia almeriense.
El Descendimiento El tramo del paso de misterio y en absoluto silencio, solo se escuchaba el rachear de las zapatillas de los costaleros y la música de capilla, que un año más volvía a ser interpretada por el grupo de La Consolación, de Granada.
Con trabajadera sevillana, la cuadrilla del paso del Descendimiento estuvo compuesta por cuarenta y cuatro costaleros para un paso que calza cuarenta y que está dirigido por su capataz, Alejandro Sánchez y asistido por Carlos Fernández, Antonio Jesús y Carlos Galisteo.
Con un andar en silencio fue avanzando para llegar hasta las puertas de la Catedral de la Encarnación para hacer su anual Estación de Penitencia antes de su llegada a la Carrera Oficial del Paseo de Almería.
El paso de palio María Santísima del Consuelo, imagen realizada por el imaginero sevillano Antonio Castillo Lastrucci en el año 1946 es una de las imágenes más bellas de cuantas procesionan por la ciudad, con ojos entornados y manos recogidas, a diferencia del resto de imágenes marianas que procesionan en la capital.
Paso de palio que fue acompañado musicalmente por la Banda Municipal de Música la Mezquita, de Alboloduy, dirigida por José Vicente Ibáñez, interpretó marchas acordes al momento evangélico que representa la cofradía en su procesión semanasantera capitalina.
Manuel Vicente Barranco, capataz del paso de palio de María Santísima del Consuelo; y asistido por otro prestigioso capataz almeriense, Miguel Ángel Plaza, dirigieron una cuadrilla de costaleros compuesta por cuarenta y tres costaleros para un paso de palio que calza treinta.
Su elegancia en el andar fue la nota destacada con una sobria y discreta llamada de los capataces, durante todo el
recorrido, hasta el regreso y entrada a su templo parroquial de San Francisco de Asís, antiguo convento de los PP Franciscanos.
Entre su patrimonio destacan grandes bordados en insignias y estandartes, además de un impresionante y bello paso de palio realizado en alpaca plateada por el orfebre sevillano Villarreal y con la peculiaridad de tener diez varales en lugar de doce.
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