JUEVES SANTO 2010, LA CRÓNICA ESCRITA


ETERNO CONSUELO”


En la noche del Jueves Santo la Hermandad del Silencio realiza su anual estación de penitencia, pero este año ha sido muy especial para los hermanos de la misma pues María Santísima del Consuelo emprenderá en próximas fechas un viaje a la vecina y hermana ciudad de Málaga para que se proceda a su restauración, ya necesaria. El autor de la misma será Enrique Salvo Rabasco, conservador de la Obra Social de Unicaja y afamado restaurador. Él mismo puso su costal al servicio de la Señora en esta noche mágica en la que Almería volvió a admirar su belleza que cautiva a todo el que a su paso encuentra.


Enrique formó parte de una cuadrilla con andar sobrio que elevó al cielo con dulzura a Nuestra Madre. Le precedía el cuerpo de acólitos de la Señora que acompañó fielmente a María Santísima del Consuelo. Largas filas de nazarenos de luz primero y penitentes con cruz después alcanzaba a ver María con su mirada de niña, todos ellos vistiendo túnica y antifaz blanco, y escapulario, cíngulo y sandalias negras. Los últimos seguían el camino del misterio del Sagrado Descendimiento que con paso largo, reposado y racheado convertía las calles de Almería en Vía Dolorosa para todos los presentes.


Al impresionante misterio, obra de Eduardo Espinosa Cuadros, cuyo paso mostró avance en la talla además de la crestería, le precedían más nazarenos que iluminaban su senda señalando inequívocamente que Cristo es la Luz Universal. Ante ellos procesionó por primera vez el Banderín Juvenil realizado por los más jóvenes de la Hermandad, y que contiene diversos elementos alegóricos a San Juan Evangelista, patrón de la juventud cofrade. La Cruz que guía al penitente es lo último que María veía, cruz de alabanza, superación de la muerte y vuelta a la vida, vida eterna.


Anoche volvió a sentir Almería el consuelo que sólo Ella derrocha sin parar, el que a su paso reconforta y alivia de sus penas. Anoche quedamos con la pena de saber que durante un tiempo entre nosotros no va a estar pero con la esperanza del que sabe y confía que María Santísima del Consuelo no nos va a dejar solos y a nuestro lado nos volverá a consolar.


José Luis García Herrero


Diario de Almería, 2 de abril de 2010

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